LAS DÉCIMAS Y LOS VERSADORES

Las décimas y los versadores
FUENCALIENTE Y LAS DÉCIMAS: UN AMOR CORRESPONDIDO
Yapci Bienes
 
Fuencaliente posee fuerte tradición en el campo de la décima popular. Dicha tradición no se limita al aprecio vecinal de sus expresiones, que es considerable, sino que, además, implica un interesante cultivo local. La décima ha recogido el sentir y decir del pueblo, su memoria viva, desde lo principal a lo anecdótico. Aquí la estrofa ha cubierto y cubre múltiples funciones relevantes, con lo que, desde la óptica cultural e identitaria, debe asumirse como elemento destacable. En nuestro contexto, la décima deviene en una versión rimada y metrificada de la historia local. La décima cantada ha animado el caldero a pie de playa o la parranda bodeguera, del mismo modo que ha aliviado los rigores de faenas agrícolas y pesqueras, o sazonado las gallofas. Hoy sigue encontrando, tanto en celebraciones privadas como en las fiestas comunitarias, un espacio propio, un marco propicio en este sur de volcanes y viñedos.
 
Si bosquejamos una panorámica municipal, en el ámbito del decimismo escrito se localizan antecedentes entre varios poetas nacidos en el siglo XIX: María Rodríguez Carballo, “La Melra”, Nicolás Gómez Lorenzo, “El Mocho” o Clemente Méndez Romero, “El Tuerto”. De esa época, es de Nicolás “El Mocho” de quien se conservan más décimas gracias a que imprimió muchas en pliegos de cordel. Atendiendo a la continuidad de la tradición, en este terreno creativo se pueden destacar poetas posteriores, como Nicolás Gómez Hernández o Eudocio. A este último le atribuye la tradición oral una afamadísima décima que refleja el sano pique histórico que mantenemos con la hermana Villa de Mazo:
 
«Mazo es un pueblo valiente
simpático, acogedor,
ganadero, agricultor,
muy próspero y floreciente.
Pero lo es más Fuencaliente,
con sus extensos parrales.
Eso son claras señales
de lo que quiso el destino:
darle a Fuencaliente el vino
y a Mazo los animales.»
 
Si centramos las miras en el terreno de los versadores —cuyo arte consiste en la improvisación decimística, típicamente cantada y acompañada porpunto—, el municipio es cuna de figuras como Eladio Martín Bienes, “Lalo” y Gabriel Yanes, másconocido por “Luis el Casayanero”. El primero es gratamente recordado por su chispa humorística, todo un escaparate de gracia canaria, de picardías. Parte de su producción versadora se recoge en publicaciones sonoras impulsadas por su propio hijo. A su vez,fue incluido en la antología sonora de versadores que editó el Centro de la Cultura Popular Canaria. La participación de Lalo Martín en cualquier celebración popular setomaba como un acontecimiento, dando por seguro que alegraría la fiesta con sustremendas y efectivas ocurrencias, tipo:
 
«Perdonen por lo poquito,
pero me voy a marchar:
yo tengo para cantar
menos seso que un mosquito […]»
 
Lalo cantó principalmente en celebraciones privadas, aunque también recorrió múltiples escenarios, arrancando desde ellos carcajadas y aplausos atronadores, que constituyentodo un reconocimiento público hacia esta insignia humana de nuestra cultura. Con toda justicia, fue distinguido mediante la concesión de su nombre a una calle de su barrionatal: Las Indias. Por lo que respecta a Luis “el Casayanero”, no se prodigó versando enambientes públicos, sino que principalmente lo hizo en reuniones amistosas y/o ligadasa la producción. Pese a ello, se le recuerda admirativamente, tanto por su finura compositiva como por su melodiosa tonada, de la que no se han localizado registros sonoros originales. Muchos, sin embargo, aún rememoran cómo paladeaba las palabras al lanzar aquella fórmula con la que solía anunciarse antes de arrancarse a improvisar:
 
«En la bodega te espero,
das un grito a la llegada,
que se oiga de la morada
de Luis el Casayanero […]»
 
Continuadores de la saga familiar de Luis “El Casayanero” son Joseíto Bienes y Yapci Bienes, su sobrino y su sobrino nieto, respectivamente. Impulsores del Grupo Punto y Clave, han versado en numerosas fiestas y espacios culturales, y han divulgado esta tradición en centros escolares y en medios de comunicación. Juntos han editado dos CDs. Yapci, además, ha grabado otros dos trabajos discográficos con repentistas cubanos: el primero junto a Adolfo Alfonso y el segundo junto a Yordán Quintero, “Yayito”. Así mismo, es típico integrante de las delegaciones canarias en los festivales internacionales de improvisación poética, participando en muchos de los organizados en territorio nacional y en varios de los organizados en el extranjero, visitando Cuba, México, Argentina, Portugal o Italia.
 
Aparte de los versadores aludidos hasta aquí, que son los más conocidos de Fuencaliente, entre los vecinos hay y ha habido varios decimistas con capacidad de improvisación, entre ellos destacaremos a: Gabriel Hernández, Miguel Martín, Luis Manuel Hernández Bienes y Victoria Díaz Bienes.
 
Tratando sobre décimas y versadores se hace obligada una referencia a la folklorización musical, terreno en el que conviene resaltar al municipio. De hecho, ha parido varios ejecutantes destacados de punto destinado a la improvisación versadora: Aquilino Torres (acordeón), Pedro Pérez (guitarra), Luciano Díaz (guitarra) o Rubén Medina (laúd). A ellos debemos sumar otros dos músicos que, sin ser fuencalenteros de cuna, lo son de vivencia y adopción: Irineo Acosta (laúd) y José Álvaro Martín, “Chanito” (laúd). En el terreno de la musicalización y canto de décimas memoriales deben subrayarse la figura de Carmen Rodríguez Carballo (acordeonista y tonadista) y la labor de Echentive , colectivo esmerado en la compilación y preservación de décimas, punteos y tonadas tradicionales, cuyo trabajo de campo en esta materia se ha llegado a plasmar en algunas de sus publicaciones discográficas y bibliográficas.
 
También queremos resaltar el protagonismo del municipio en el terreno del asociacionismo versador. Fuencaliente es cuna de los fundadores y sede de las primeras asociaciones formalizadas de versadores en la región: Versadores isleños y Los Resucitados. Desde esta última entidad se implantaron proyectos de gran relevancia en los ámbitos de la divulgación y la didáctica del arte de los versadores. Dicha labor ha sido continuada por su sucesora, la vigente Asociación Palmera de versadores Punto y Clave. A través de ella se han consolidado acciones de enorme impacto positivo, como el Taller insular de versadores de La Palma (Excmo. Cabildo Insular de La Palma) o el Proyecto de recuperación y difusión del punto y la décima popular en Canarias (Canarias Cultura en Red). La labor de esta asociación se vio institucionalmente reconocida en 2017, al recibir del Ayuntamiento de Fuencaliente la distinción de colectivo cultural destacado.
 
Hace ya algunos años, el Taller insular de versadores de La Palma instauró una de sus sedes escolares en el CEIP Las Indias. Ante la desaparición y/o debilitamiento de muchos canales tradicionales de transmisión cultural, se consolida así una ventana alternativa. Desde ahí mira al futuro el amor que enlaza a Fuencaliente y a las décimas, un amor ancestral, correspondido.

Foto: Domingo Méndez.